TAI-CHI ENFRENTARTE A TUS MIEDOS
- Mani Pérez
- 18 mar
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 8 abr

Hola de nuevo, voy a escribir un poco sobre el tai-chi que lo teníamos olvidado en el blog, aunque el entrenamiento ha seguido siendo constante.
A lo largo de los casi cuatro años que llevo entrenando tai-chi con Angel Quevedo, gran maestro y como dice él, discípulo. Maestro porque nos enseña todos sus conocimientos y experiencias de vida y discípulo porque aprende de nosotros cada día, perfecciona su conocimiento y desarrollo del tai-chi, porque tai-chi es una forma de ser.
Cuando el tai-chi forma parte de ti, de tus movimientos de tu ritmo cardíaco, de tu sentimiento hacia la naturaleza y los otros elementos del universo, cuando entiendes que no estás aquí para luchar sino para fluir con el universo y aportar lo mejor de ti a los demás, es entonces cuando entiendes que no tiene sentido tener miedo por nada. Puesto que nada de lo que te pase puede ser malo para ti. Ya lo dicen los grandes maestros, "Las cosas sólo puede salir bien o muy bien", y aunque a veces pensamos que el universo está en contra nuestra porque no nos salen los planes como pensábamos, el tiempo siempre nos demuestra que lo que nos pasó era lo mejor que nos podía pasar. Aún así nos empeñamos una y otra vez en intentar la misma táctica y una y otra vez fracasamos en el intento, eso es lo que se puede denominar un bloqueo, cuando estamos en un estado de constante fracaso y encima nos pasamos el día dando pena y preguntándonos por qué nos pasa eso a nosotros.
Te suena de algo lo de que si siempre hacemos lo mismo siempre obtenemos los mismos resultados, pues eso es lo que pasa, que siempre hacemos lo mismo, que repetimos la conducta hasta la saciedad y como es lógico siempre nos mantenemos en le mismo sitio. Sito en el que estaban ya las personas que nos enseñaron esas conductas, y en el que estará todos los que sigan nuestros pasos. Por eso yo digo, hacer caso a las personas de éxito o por lo menos a las personas que deciden cambiar las cosas buscando nuevos horizontes.
Es en ese momento en el que la intuición es fundamental para avanzar, y es por eso que tenemos que trabajar para que ninguna idea tóxica ni ningún aprendizaje obsoleto nos contamine la intuición en forma de miedo infundado.
Aquí es donde entra en juego la practica del tai-chi. Como cualquier otra arte marcial interna se trata de trabajar nuestra sensibilidad y liberarla de la mente de los sentidos. Se trata de vivir libres de ideas limitantes que van en contra de nuestra naturaleza, ya que como seres divinos tenemos la capacidad de hacer lo que podamos soñar, es cuestión de tiempo y entrega o pasión.
Un entrenamiento continuado del tai-chi te ayuda a trabajar muchas cualidades humanas como puede ser la constancia, la paciencia, el compromiso, el esfuerzo, la disciplina, la rutina, etc. Con el fin último de llegar a nuestra esencia y olvidar todo lo aprendido para empezar a ser, a no hacer.
También os sonara la frase que dice que tú eres tu peor enemigo, y esa es la realidad, realidad que puedes trabajar desde el empuje de manos del tai-chi, técnica que te hace tomar consciencia de tus límites, de tu evolución, es esa lucha contra el miedo a perder, el miedo a soltar lo conocido y adaptarte a lo que sucede aquí y ahora, Carpe Diem que dirían los mas modernos, y es que todo se convierte en moda pero no somos conscientes de la verdadera magnitud de las palabras. Vivir el presente, tener presencia de lo que pasa y sientes en cada momento, es más fácil decirlo que hacerlo.
Y la gran pregunta es: ¿por qué si sabemos que algo como vivir el presente es muy bueno para nosotros, nos va a hacer la vida mucho más fácil y nos da garantía de éxito, como entienda cada uno el éxito ahí no nos metemos, por qué no lo hacemos? Y la respuesta es muy sencilla, porque nadie hace caso a los triunfadores, porque nadie quiere saber nada de los exitosos, a nadie le dan pena y al contrario si te descuidas generas una corriente de envidia que crece en odio y por lo tanto soledad y aislamiento.
Conclusión, que somos infelices porque queremos serlo, por no estar solos en el mundo y por caer bien. Vamos que nos interesa ser infelices por alguna razón personal, fundamentada en culpabilizar al resto del mundo de lo que nos pasa para justificar esa decisión tan absurda como real. Y es que nadie piensa de si mismo que es tonto, los tontos siempre son los demás y cuando nos engañan, entonces eso es ilegal. No vivir el presente debería ser ilegal, pero eso ya es otra historia...
La práctica del tai-chi pasa por distintas etapas de crecimiento y cada vez que te enfrentas a uno de tus bloqueos surge el mismo pensamiento de no estoy bien quiero dejar el tai-chi, ese pensamiento es la clave de que estás en el camino correcto porque cuando lo superas y sigues en la práctica de l tai-chi te das cuenta de que has crecido un nivel y que el pensamiento se queda atrás olvidado, pero ¿hasta cuándo?, hasta el próximo bloqueo a superar, dónde el ego vuelve a jugar su baza y a intentar convencerte de que lo dejes. Esto te pasará varias veces a lo largo de tu práctica, pero sabiendo los mecanismos de la mente también puedes aprender a no hacerles caso y a superar tus miedos.
Conversa contigo mismo y detecta tus miedos para decirles que gracias por la labor que hacen pero no estás dispuesto a escucharlos porque quieres avanzar, quieres crecer y estás seguro de que al final será bueno para todos. Tus miedos te acompañarán pero tu no les harás caso porque cuando actúas los miedos desaparecen, el miedo se va justo en el instante en que empiezas a moverte; cuando te impulsas para saltar al vacío; en el instante en el que te dispones a contestar al examen, a acelerar para poner el coche en marcha, a golpear la pelota en el penalti, a salir al escenario de la vida.
Por eso te digo piensa, siente, actúa. Con estas palabras me despido por hoy y espero vuestros comentarios y que os guste lo que escribo en este blog, es un poco de salud física y un poco de salud financiera, que todo va relacionado.

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