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RELAJADO NATURAL Y ABIERTO





Aquello que siembras y riegas en tu mente crece.

Queridos amigos, seguidores de este modesto Blog. Hoy voy a escribir sobre situaciones que se pueden dar a lo largo de nuestra vida y de nuestro desarrollo, tanto profesional como personal, que por otro lado están ligados, ya que se trata de nuestra vida y nuestra persona, y aunque en muchas ocasiones pretendamos parcelar los distintos aspectos de nuestra vida, la realidad es que somos una unidad vital y un elemento único en el universo. Nuestras acciones repercuten de forma directa, o indirecta en nuestra vida y en la vida de todos los demás, es el conocido como "efecto mariposa".Aclarado esto y sin un rigor científico muy elevado, prosigo con mi historia y disertación.


En la personalidad cambiante del transcurrir de la vida se dan distintas situaciones que nos hacen pensar que son coincidencias, casualidades y que tenemos una gran suerte de que, "justo en este momento" nos pase esto. Hay corrientes de pensamiento como "El Secreto" que lo llaman la ley de la atracción, nos dicen que somos capaces de atraer a nuestras vidas todo lo que deseamos, y que por ello, debemos tener cuidado con nuestros deseos y esto es quizá lo que hace que las casualidades no existen. 


Al tener libertad de pensamiento podemos creer, o no, en esta idea o creencia, lo que está claro es que en mi vida y seguro que en la de muchos, ha aparecido esa persona, esa llamada telefónica, esa coincidencia vital, justo en el momento en el que estábamos pensando en ello, en el momento vital en el que nuestra energía estaba enfocada en una idea o proyecto determinado.


Esto es muy interesante porque, si es cierta la creencia del poder de la atracción, eso quiere decir que con una buena gestión de este poder nuestras posibilidades de éxito y de conseguir lo que queremos son infinitas. ¿Pero yo no tengo todo lo que quiero?, o sí. Cuando nos pasa esto, que pensamos que no tenemos lo que queremos, es un buen momento para reflexionara sobre que acciones estamos realizando en nuestro día a día, en nuestra vida pasada y en nuestra proyección de futuro, para conseguir aquello que tanto anhelamos. La respuesta es Poco o nada, y me aventuro a responder sin conocer de nada a la persona pero seguro de que no me equivoco.


A lo largo de mi vida, sobre todo en estos últimos años de desarrollo, desarrollo generado por los malos resultados empresariales y personales que había tenido hasta este momento y por haber sufrido un accidente de tráfico que me tuvo postrado más de tres meses en la cama de un hospital, sin poder moverme y mirando al techo durante las horas que no dormía, he estudiado este fenómeno con curiosidad, he leído todo lo que ha llegado a mis manos, y aquí ya he empezado a experimentar el fenómeno, ya que llegaban a mis manos los libros adecuados en le momento preciso, y aún hoy en día me sigue pasando, cuando me veo inmerso en una situación personal o profesional, de mi vida en definitiva, me llegan respuestas a través de los libros, de conversaciones o de eventos a los que soy invitado o asisto de forma casual.


Mi pensamiento para que esto pase es que realmente la actitud que quiero tener ante la vida es Relajada, natural y abierta, como dice el principio del Tai-chi.


Si no hemos conseguido aún llegar a este punto de nuestra vida donde los miedos nos acompañan pero no les hacemos mucho caso, donde nos queremos a nosotros por encima de todas las cosas, pero no desde un prisma de egocentrismo sino desde la creencia de que no podemos dar lo que no tenemos y que el crecer como seres hace que nuestro entorno crezca de forma proporcional. No podemos ayudar a los demás y para ello tenemos que crecer en la materia concreta para la que somos reclamados.


Crecemos y trabajamos para estar preparados pero también para poner sobre la mesa nuestro valor al servicio de los demás. No se que es más egoísta si reclamar el espacio para crecer o no crecer con la excusa de que no tienes tiempo y ser una carga para los demás. Si no crecemos, el valor que aportamos a nuestro entorno se ve limitado por ello y se traduce en que somos incapaces de resolver nuestros problemas y encima generamos problemas al resto de los miembros debido a esa incapacidad, condicionando la vida del resto a estas situaciones no naturales, fruto de la mala gestión de una vida y un tiempo vital.


Porque está claro que cuando no sabemos resolver un problema lo más fácil es buscar a alguien que lo haga por nosotros, no que nos ayude, que sería más lógico para el aprendizaje. Buscamos alguien que lo haga por nosotros, no aprendemos como se hace y la próxima vez que pase, que pasará, dependeremos otra vez de esta persona, creando un vinculo de dependencia innecesario pero que condiciona la vida de otra persona en función de nuestra poca voluntad de crecer en la nuestra.


Este tipo de parámetros vitales, y otros, hacen que no consigamos nuestros deseos, porque no se trata de deseos integrados en nuestro patrón de vida sino de deseos superficiales que nos negamos de antemano en el momento en el que los llevamos a la mente, y los negamos de forma subconsciente mediante nuestras creencias limitantes, que sí están integradas en nuestro patrón de comportamiento. Me gustaría ser millonario, pero ostras que hago yo con tanto dinero, mis amigos dejarán de hablarme y seguro que cambio y me vuelvo un avaro y una mala persona. La idea de querer ser millonario es consciente, el resto del argumento puede que sea consciente o no, hay individuos a los que se les manifiesta y son capaces de decirlo y otros no tienen esta consciencia pero su subconsciente manda este mismo mensaje al universo. Los primeros no son millonarios pero están contentos porque tienen una excusa que les reafirma en su pobreza y les da un cierto grado de felicidad satisfecha, los segundos no son millonarios y no entienden por qué y eso les frustra y les genera un sentimiento negativo hacia ellos mismos y su entorno, que como os habéis imaginado es el culpable de todo lo que le pasa.


Con esta reflexión os dejo por ahora, pero os daré una posible solución para que también la penséis y el que sea un poco más atrevido la ponga en práctica, eso si aceptando que tiene que estar dispuesto a sufrir cambios en su vida.


Si tu riqueza depende de tus creencias integradas en el subconsciente, trabaja para integrar la creencia de que ser rico es muy bueno porque así puedes ayudar a los demás, ya que puedes dar sólo lo que tienes. Recuerda que atraes lo que deseas y lo que ocupa tu mente de forma subconsciente. 


Espero vuestros comentarios al respecto y así poder ampliar el tema, no como un monologo, sino como un diálogo donde todos podemos aprender mucho ya que sólo se trata de una opinión personal basada en mis experiencias pero que está abierta al crecimiento y al cambio que genera el tener informaciones distintas. Garcias.

Queridos amigos, seguidores de este modesto Blog. Hoy voy a escribir sobre situaciones que se pueden dar a lo largo de nuestra vida y de nuestro desarrollo, tanto profesional como personal, que por otro lado están ligados, ya que se trata de nuestra vida y nuestra persona, y aunque en muchas ocasiones pretendamos parcelar los distintos aspectos de nuestra vida, la realidad es que somos una unidad vital y un elemento único en el universo. Nuestras acciones repercuten de forma directa, o indirecta en nuestra vida y en la vida de todos los demás, es el conocido como "efecto mariposa".Aclarado esto y sin un rigor científico muy elevado, prosigo con mi historia y disertación.


En la personalidad cambiante del transcurrir de la vida se dan distintas situaciones que nos hacen pensar que son coincidencias, casualidades y que tenemos una gran suerte de que, "justo en este momento" nos pase esto. Hay corrientes de pensamiento como "El Secreto" que lo llaman la ley de la atracción, nos dicen que somos capaces de atraer a nuestras vidas todo lo que deseamos, y que por ello, debemos tener cuidado con nuestros deseos y esto es quizá lo que hace que las casualidades no existen. 


Al tener libertad de pensamiento podemos creer, o no, en esta idea o creencia, lo que está claro es que en mi vida y seguro que en la de muchos, ha aparecido esa persona, esa llamada telefónica, esa coincidencia vital, justo en el momento en el que estábamos pensando en ello, en el momento vital en el que nuestra energía estaba enfocada en una idea o proyecto determinado.


Esto es muy interesante porque, si es cierta la creencia del poder de la atracción, eso quiere decir que con una buena gestión de este poder nuestras posibilidades de éxito y de conseguir lo que queremos son infinitas. ¿Pero yo no tengo todo lo que quiero?, o sí. Cuando nos pasa esto, que pensamos que no tenemos lo que queremos, es un buen momento para reflexionara sobre que acciones estamos realizando en nuestro día a día, en nuestra vida pasada y en nuestra proyección de futuro, para conseguir aquello que tanto anhelamos. La respuesta es Poco o nada, y me aventuro a responder sin conocer de nada a la persona pero seguro de que no me equivoco.


A lo largo de mi vida, sobre todo en estos últimos años de desarrollo, desarrollo generado por los malos resultados empresariales y personales que había tenido hasta este momento y por haber sufrido un accidente de tráfico que me tuvo postrado más de tres meses en la cama de un hospital, sin poder moverme y mirando al techo durante las horas que no dormía, he estudiado este fenómeno con curiosidad, he leído todo lo que ha llegado a mis manos, y aquí ya he empezado a experimentar el fenómeno, ya que llegaban a mis manos los libros adecuados en le momento preciso, y aún hoy en día me sigue pasando, cuando me veo inmerso en una situación personal o profesional, de mi vida en definitiva, me llegan respuestas a través de los libros, de conversaciones o de eventos a los que soy invitado o asisto de forma casual.


Mi pensamiento para que esto pase es que realmente la actitud que quiero tener ante la vida es Relajada, natural y abierta, como dice el principio del Tai-chi.


Si no hemos conseguido aún llegar a este punto de nuestra vida donde los miedos nos acompañan pero no les hacemos mucho caso, donde nos queremos a nosotros por encima de todas las cosas, pero no desde un prisma de egocentrismo sino desde la creencia de que no podemos dar lo que no tenemos y que el crecer como seres hace que nuestro entorno crezca de forma proporcional. No podemos ayudar a los demás y para ello tenemos que crecer en la materia concreta para la que somos reclamados.


Crecemos y trabajamos para estar preparados pero también para poner sobre la mesa nuestro valor al servicio de los demás. No se que es más egoísta si reclamar el espacio para crecer o no crecer con la excusa de que no tienes tiempo y ser una carga para los demás. Si no crecemos, el valor que aportamos a nuestro entorno se ve limitado por ello y se traduce en que somos incapaces de resolver nuestros problemas y encima generamos problemas al resto de los miembros debido a esa incapacidad, condicionando la vida del resto a estas situaciones no naturales, fruto de la mala gestión de una vida y un tiempo vital.


Porque está claro que cuando no sabemos resolver un problema lo más fácil es buscar a alguien que lo haga por nosotros, no que nos ayude, que sería más lógico para el aprendizaje. Buscamos alguien que lo haga por nosotros, no aprendemos como se hace y la próxima vez que pase, que pasará, dependeremos otra vez de esta persona, creando un vinculo de dependencia innecesario pero que condiciona la vida de otra persona en función de nuestra poca voluntad de crecer en la nuestra.


Este tipo de parámetros vitales, y otros, hacen que no consigamos nuestros deseos, porque no se trata de deseos integrados en nuestro patrón de vida sino de deseos superficiales que nos negamos de antemano en el momento en el que los llevamos a la mente, y los negamos de forma subconsciente mediante nuestras creencias limitantes, que sí están integradas en nuestro patrón de comportamiento. Me gustaría ser millonario, pero ostras que hago yo con tanto dinero, mis amigos dejarán de hablarme y seguro que cambio y me vuelvo un avaro y una mala persona. La idea de querer ser millonario es consciente, el resto del argumento puede que sea consciente o no, hay individuos a los que se les manifiesta y son capaces de decirlo y otros no tienen esta consciencia pero su subconsciente manda este mismo mensaje al universo. Los primeros no son millonarios pero están contentos porque tienen una excusa que les reafirma en su pobreza y les da un cierto grado de felicidad satisfecha, los segundos no son millonarios y no entienden por qué y eso les frustra y les genera un sentimiento negativo hacia ellos mismos y su entorno, que como os habéis imaginado es el culpable de todo lo que le pasa.


Con esta reflexión os dejo por ahora, pero os daré una posible solución para que también la penséis y el que sea un poco más atrevido la ponga en práctica, eso si aceptando que tiene que estar dispuesto a sufrir cambios en su vida.


Si tu riqueza depende de tus creencias integradas en el subconsciente, trabaja para integrar la creencia de que ser rico es muy bueno porque así puedes ayudar a los demás, ya que puedes dar sólo lo que tienes. Recuerda que atraes lo que deseas y lo que ocupa tu mente de forma subconsciente. 


Espero vuestros comentarios al respecto y así poder ampliar el tema, no como un monologo, sino como un diálogo donde todos podemos aprender mucho ya que sólo se trata de una opinión personal basada en mis experiencias pero que está abierta al crecimiento y al cambio que genera el tener informaciones distintas. Garcias.



 
 
 

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